orina ya que a sus fulgores
la triste simiente se encima
cuando revienta al sol
te quedas ciego en verde fosforescente
y descansas en una risa
alucinante mundo de azules
en frascos de mermelada sin fresas
creaciones impávidas y licenciosas
así continúa la especie
como caldo de entrada
y nada puede igualarse
¡respira!, ¡despierta!, ¡grita!
qué interesante catarsis
de bolas y arbustos sin semilla
tres para allá y ninguno aquí
¡por favor despierta!
¡Sí!, estoy cansado…
descansa… ¡ahhh!
¡calor!... delicioso calor
perfume de yodo sublimado…
--¡Despierta!... ya nos vamos--
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